Los equipos de recursos humanos de las empresas deben tenerlo muy claro, pero también los trabajadores deben ser perfectamente conscientes de sus derechos a la hora de afrontar un despido laboral. Existen casos muy concretos en los que un empresario deber indemnizar a un trabajador despedido, y así lo recogen las leyes. Si tiene cualquier duda sobre este tema o necesita la ayuda de un abogado laboralista, en José Ramón López Mejuto estamos a su disposición.
Fin de la relación laboral
Cuando una relación laboral entre dos partes toca a su fin, entonces los trabajadores tienen derecho a cobrar dos cosas: el finiquito y una indemnización por la propia extinción del contrato. El finiquito, por un lado, no admite discusión porque es una liquidación de todo lo pendiente por parte de la empresa con el trabajador. Lo que depende de otras causas son las indemnizaciones, que se deben cobrar en supuestos como estos:
- Final del contrato: los contratos que ya nacen con una fecha de finalización, o que terminan cuando el trabajo ya se ha terminado, exigen indemnización al terminarlo.
- Causas objetivas: una de las figuras más utilizadas en el mercado laboral español. El despido objetivo es un concepto muy amplio que abarca justificaciones variadas como ausencia repetida al puesto de trabajo o razones económicas. Se debe pagar 20 días de salario por año con un máximo de 12 mensualidades.
- Expedientes de Regulación de Empleo (ERE): cuando terminamos una relación laboral por la vía del ERE, la indemnización por despido hay que negociarla. No obstante, la ley refleja que el mínimo tiene que ser la misma cuantía que en el despido objetivo.
- Despido por causa de fuerza mayor: si queda demostrado que una empresa (Trabajo lo tiene que certificar) prescinde de sus servicios por este motivo, entonces tendrá derecho a la citada indemnización.
Otras causas para indemnizar a un trabajador
Las anteriores son las causas más comunes por las que un trabajar puede ser indemnizado cuando termina un contrato. Pero no son las únicas. También sucede cuando se extingue la personalidad jurídica de la empresa o cuando se despide a alguien por la vía del artículo 50 del Estatuto de los Trabajadores. Y todavía nos dejamos alguna más compleja y poco habitual.
Otro caso bastante particular son las indemnizaciones por despido improcedente. Aquí entran en juego cosas que, en muchas ocasiones, los abogados laboralistas tenemos que dirimir por la vía judicial. De hecho, es una de los principales motivos por los que un cliente viene a visitarnos. Ocurre cuando un trabajador no está conforme con el motivo de su despido y lo pone en conocimiento de la justicia, encargada de decidir si es procedente o no. En caso de declarar un despido como improcedente, la empresa debe readmitir al trabajador o pagarle una indemnización acorde a lo establecido por la ley.
Desde el despacho de José Ramón López Mejuto en Ferrol sabemos que la rama del derecho laboral, encargada de regular todos estos elementos del mercado laboral, es compleja. Si necesita ayuda con cuestiones relativas al derecho del trabajo y de la Seguridad Social, cuente con nuestros servicios y todo el conocimiento de esta disciplina en concreto.